UN NIÑO ADENTRO (romance)
De sucia y machacona en esta vida
mi niño está escondido mar adentro.
Los papeles arruga en su cabeza
nublado de ilusiones, sucumbiendo
al delirio de infante que acallado
por gobiernos, se torna en embustero.
Perspicaz, despreciando disciplinas,
mi niño se pasea por mi cuerpo
y aflora por los mares de inconciencias,
sin sentirse siquiera un indefenso
al cúmulo de ojos preocupados,
fisgoneando tan llenos de aspavientos.
Cansado de las guerras sin batallas
mi niño luce carne olor a viejo
y brillante la suela del zapato
sube y sigue saltando pavimentos
en la cuestas de duros adoquines
con su sol que amanece en sortilegios.
(Freya)
Enero 3o del 2009
Pequeñeces sin enumerar
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Cuando leo las grandezas que soñé
en mi libreta de los diecisiete
e intento ahora describirlas como banderas,
en las cumbres más altas
de esos lugares pin...
Hace 4 días.
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