Y siembro versos con tu voz de trigo
y te encarcelo audaz bajo mi lengua
y con tu nombre tejo una elegía
para llamarte más allá del tiempo.
Raphaela.
DESHABITADA (Contrapunto)
Más allá de los tiempos,
tu partida transita por mi instinto.
En los sueños, mi jerga paladea
el tinte de tu savia y el matiz de tus júbilos.
Deshabitada mi mano busca la tuya
para asir la fuerza que de mi te llevaste
y sostener el tronco que sin raíces, busca ya su invierno.
Te perdí,
en mi boca tu nombre se revela en un gris
pincelado en saliva almacenada,
para untar de su ardor la cura de mi llaga.
Pende desde mi pecho la cadena de argollas ya prescritas,
te has ido de mi vida, más no de mi destierro.
(Freya)
12 de Marzo, 2009
Pequeñeces sin enumerar
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Cuando leo las grandezas que soñé
en mi libreta de los diecisiete
e intento ahora describirlas como banderas,
en las cumbres más altas
de esos lugares pin...
Hace 3 días.
Mi reciente amiga y ya muy estimada:
ResponderBorrarPorque tu poesía me rinde despertando nostalgias de amaranto y el rojo carmesí de algunos labios.
Ya ves, otra vez las quinientas, como ayer y el otro, pero mereció la pena por tus versos.
Obvio comentarlos porque sería repetirme en manifestación de halagos, pero sí te dejo un poema para navegar junto a los tuyos en aguas de poesía:
Paseando tus veredas
Paseando mis ojos tus veredas
se despiertan las ansias del Eros que me habita,
y en remolino ciego
se arrollan los deseos
de ser el dios que cubra tus beldades.
¿Y cómo sustraerme
al vértigo abisal de esta locura
o, a presentir tu cuerpo junto al mío
rompiendo mis quebrantos?
Si no hay más horizonte
que tu imagen perdida en mis rincones
y el beso de tus labios
que sueño en la vigilia.
_________
Mi beso en tu mejilla, Freya.
Carlos
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Mi estimado amigo, me honras con tan digna visita, con tan noble recuerdo... no puedo menos que llegar hasta tu casa, para saber responderlo... la emoción es más fuerte que mi palabras.
ResponderBorrarRecibo tu beso en mi mejilla, dejo el mío en tus manos.
Gracias.