Hombre… hombre que desvelas mi sueño atando mi cintura a la tuya, amándote en el silencio del cálido sabor de un abrazo. Adán del universo intangible que alumbra el delirio, la trenza que amarra el sentimiento, la luz que imagina el amor.
No necesito estar despierta para saber eres el tierno sabor de la fruta que enjoya mi esencia y deja latir el corazón al compás del tuyo.
Adán, el perfil de la ilusión cuya sombra me deslumbra en su espejismo, Adán y hombre, el nudo que se ata a mi conciencia para amarlo en la cumbre del deshielo en la distancia.
Al pensarte eres hombre de mi luz, consuelo de un desliz creyéndote mío.
Tus manos curvan mis horizontes y golpean como un amanecer reflejado en el oscuro vidrio de la añoranza.
Hombre que manejas los instintos y quemas las sienes que te piensan.
Tan fuerte eres ante el mundo y tan débil te alejas de mis sueños. ¿Cómo maneja tu mente el impulso para morder del mismo fruto?
Nacimos para estar juntos, Eva, Adán, sin embargo el andar en esta vida separa a zancadas la utopía del paraíso.
¿Cómo se vive sin ti, cómo se vive sabiéndote existente y etéreo?
(Freya)
25 de Junio, 2009
Buscando el resplandor eterno
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Tú que persigues el eterno resplandor
y transitas un suelo hostil,
no vencerás a Poe en desventura,
talento y encendido pecho.
No podrás contender con un bo...
Hace 1 semana.
Me detengo bajo el malva que te alumbra para leer tu prosa. y aprender de la savia contenida que se encarna.
ResponderBorrarUn beso muy grande Amiga
Gracias Silencios, saberte por mis letras me llena de gratitud. Gracias por tu lectura y tus palabras.
ResponderBorrarUn besazo amiga.
PROFUNDA Y POÉTICA TU PROSA, AMIGA.
ResponderBorrarBesos. Mary
Gracias Mary, sabiéndote en mis letras, no haces más que entregarme la calidez de tu acogida.
ResponderBorrarTe beso agradecida siempre, por tus palabras.