Cuando la esquina negra del insomnio
me asalta haciendo cruces
allì donde se juntan la sombra y la dolencia,
te nombro
y los recuerdos quiebran la paz.
Cuando la noche
evangeliza los minutos
me gritan como bestias
¡Clausura o existe!
Y entonces me pides
desde un rictus sin voz que desconoce
mi sed roja de herrumbre
que me duerma
como duerme tu olvido.
(Freya)
3 de Octubre, 2009
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Pequeñeces sin enumerar
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Cuando leo las grandezas que soñé
en mi libreta de los diecisiete
e intento ahora describirlas como banderas,
en las cumbres más altas
de esos lugares pin...
Hace 3 días.
Mi niña no sabes como me identifico con tu poema.
ResponderBorrarEs una maravilla, aunque me duela.
Gracias mil veces, Maestra y amiga.
Mis besos con mucho cariño, para ti. Desde mis silencios.
TQM
Te estaba esperando mi querida Silencios, te estaba esperando para agradecerte tu compañìa siempre, para agradecerte del modo en que me lees... aunque duela.
ResponderBorrarTQM, besos grandes para ti.
Nada mas desgarrador
ResponderBorrarque el ser olvidado.
Un beso.
Gracias Intro, gracias por entrar a leerme y acompañarme con tu comentario. Un abrazo grande.
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