LLANTO DEL CARDO
Prendedor en el escote
lleva hoy nuestra bóveda,
su brillo luce flamante
de hermosura inerte queda.
Es tu alumbrar un destello
con magia de hondas caricias,
abrazada a tu recuerdo
me voy yendo a tus delicias.
Mis ojos te siguen yermos
camino de tu infinito,
y sin calmas mis consuelos
del dolor yo me desquito.
Llanto sin acabar guardo
para mis días de asueto,
la espina, pena del cardo,
es el suave verso escueto.
(Freya)
18 de Marzo, 2005.
Rincones de sol
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Hay rincones de sol en mi ciudad
imposibles de ver si no es contigo.
Hasta los rostros son ideas
de sombras remontando tus ojos
como un eco difícil de v...
Hace 4 meses.
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